Para enero, como libro que hace mucho tenía ganas de leer, elegí El Silmarillion. He leído más de una vez El Hobbit y El Señor de los Anillos, pero nunca había leído la biblia tolkieniana y moría de ganas por hacerlo. Fue una decisión muy osada, no es un libro para un mes... es más, sospecho que me acompañará varios meses. Ya escribiré sobre él cuando termine de leerlo.
No conforme con la osadía de elegir a Tolkien para enero, ahora, para febrero, no elegí un libro sino dos. De acuerdo con la propuesta del #RetoYSL2017, en febrero toca leer un libro de un autor de tu estado o país. En sentido estricto, mi estado es Aguascalientes, pero ahora vivo en Guanajuato. Después de mucho pensarlo, elegí leer a Benjamín Valdivia, entre otras razones, porque se trata de un aguascalentense que vino a Guanajuato y ha concentrado en estos rumbos buena parte de su producción. Leeré El camino del fuego, un libro de ensayos sobre poesía guanajuatense. Elegí también a Jorge Ibargüengoitia, un guanajuatense. Concretamente, elegí Estas ruinas que ves, el libro en el cual -según dicen- Cuévano es Guanajuato.
Ya veremos cómo me va con el reto.